domingo, 25 de septiembre de 2011

Mortal Kombat: BattleMode (Capítulo 2)

Continuamos con el segundo capítulo de MK: BattleMode. No hay mucho más que decir, salvo que disfruten la historia. Comencemos...



Capítulo 2: Mentiras

 Imagina por un momento un hermoso reino, el más hermoso del que tus ojos puedan deleitarse. Edenia, mi hogar, refugio de tantas alegrías y perfecta infancia. Una verde pradera extendiéndose hasta más allá de tu vista, corriendo descalza sobre generosa primavera, y tras cada paso brotan las más delicadas flores avivando un colorido sendero, inalcanzable, LIBRE. Brazos extendidos agradeciendo el aire agradable que acaricia mi rostro, invitándome a escapar de mí… ¡si solo supieras lo que siento ahora!

 Solo imagina…

 Sin embargo, hay algo que no puedo entender, no estoy cansada. Miro alrededor y noto que estoy sola. Lentamente calmo mis pasos hasta detenerme. El viento se enfría sobrecogiendo mi tranquilidad, veo grises nubes ocultando mi cielo y la pradera moribunda deshaciéndose en cenizas. Nunca podré olvidar los aterradores gritos de mi pueblo ardiendo por la ambición de aquel maldito. Son los últimos recuerdos que tengo. A veces, ya no lo recuerdo bien. Memorias borrosas, casi inexistentes de aquello que alguna vez llamé hogar.

  Entonces lo entendí: no estaba corriendo, estaba huyendo.

 Todo eso se perdió. Imagina los ojos fijos de tu padre observándote, vacíos, inertes. Imagina sentir los pasos del asesino de tu familia acercándose para matarte. Y yo, asustada, mis ojos ahogados en el dolor, “no me dejes sola…”, queriendo creer que esto es tan solo la más terrible de mis pesadillas.

 Sí, eso aún puedo recordarlo.

 Ahora llevo a mi prisionera por el largo pasillo a su sentencia final.  Debo sostenerla fuerte, aún después de perderlo todo, mi enemiga ofrece fuerte resistencia, sin importarle el costo de su rebeldía. Al caminar puedo escuchar a la muerte y su bullicio a través de los muros del palacio, el mismo que sentí cuando ese desgraciado Emperador entra con prepotencia junto a sus dos leales, el General y el Hechicero. A paso firme se acercan hacia el Salón del Trono, para dar el golpe final de ésta, su maldita guerra.

Por poco ella escapa. Rápidamente reacciono y la retengo en un corto forcejeo. A pesar de su amargura, la pena por su enorme pérdida, aún quiere revelarse. No debo distraerme. No sucederá otra vez.

 Seguimos. Mientras nos acercamos, permanece en mi mente el instante en que mi padre cayó, derribado a traición por la espada del Emperador. Fue un golpe certero rematando una fiera batalla, la cual miraba aterrada junto a mi madre, ocultas contra rincón. El Emperador alza finalmente sus brazos en señal de victoria y ordena a su Hechicero que acabe a mi padre con un terrible castigo. Sin entender el propósito de su maldad, mi dolor me convenció de empuñar mis abanicos y jurar venganza.

 Es curioso. Es como si fuera mi hermana, pero no lo es. Sus pensamientos son parte de mí, como si fueran mis propios recuerdos. Compartimos una vida sin haberla yo vivido. Pero no, no puedo distraerme en cuestionamientos inútiles. Debo llevar a mi prisionera a cumplir su condena. Falta un poco más hasta el final del pasillo.

 Volvemos a forcejear. Insiste, no se da por vencida, se niega a someterse, pero continuamos. Recuerdo vagamente que ya tuvimos un encuentro así. Corría ella desconsolada después de ver el alma de mi padre ser robada por el hechicero, después de ver a mi madre ser consumida por la locura y suicidarse. Fue cuando nos encontramos, ella llena de dolor y yo lista para capturarla.

 Por fin llegamos al final del pasillo. Las rejas se abren y el Emperador celebra junto a sus leales. Aquí, la obligué a postrarse frente a ellos, cayendo ella pesadamente, derrotada. La Princesa sufre sin decir palabra, permanece sin levantar su rostro, oculto en un amargo llanto por la muerte de sus padres y la destrucción de su reino. Pronto, el Emperador se percata de mi presencia y me entrega su última orden.

-Buen trabajo, Mileena. Nosotros nos haremos cargo de la Princesa Kitana…



He aquí el final de éste, el segundo capítulo. Fue uno de los que mejor crítica tuvo en su época, en MK.org, y ahora lo presento en su versión remasterizada. Gracias a todos aquellos que siguen (si es que siguen) este blog. Cuidénse y nos vemos.

Kanalla...

jueves, 8 de septiembre de 2011

Mortal Kombat: BattleMode (Capítulo 1)

Sean bienvenidos a MK:BattleMode, mi proyecto consentido que tantos buenos recuerdos me trae cada vez que lo leo, así como los buenos comentarios de aquellos que alguna vez lo leyeron.

MK:BM mi visión personal de la historia de Mortal Kombat, narrada por sus protagonistas desde una perspectiva interna. Hay mucho de mí entre líneas, y alguna referencia para aquellos conocedores del juego. Aunque oficialmente tengo escritos dos temporadas (Primer y Segundo Duelo) decidí replantear el fan fiction, haciendo una selección de lo más rescatable de ambos Duelos (10 capítulos), mientras trabajo en un nuevo material para un renovado Segundo Duelo.

Mortal Kombat. BattleMode... beyond the game, beyond the kombat... MORE KOMBAT!

Comencemos...

Capítulo 1: Campeón

…Y ahí estaban los dos, cansados, desgastados. El lugar parece lúgubre y casi desolado, el suelo de piedra se ve desquebrajado por potentes impactos, huellas de increíble kombate a muerte.

 El guerrero estaba aún de pie, apenas, con su mano derecha tratando de aguantar el dolor en las costillas. Un suave viento frío parecía envolverlo, como si tratara de evitar su caída mientras forma remolinos de hojas secas alrededor. Impotente, pero cargado de ira, su ropa desgastada y su cuerpo adolorido acusan ser víctima de un frenético castigo, pero sigue de pie…aún de pie.

 Frente a él, su rival. Aquel que a fuerza de golpes masivos lo arrastró al borde de la muerte. Pero tampoco lo ha tenido fácil, también ha enfrentado una férrea resistencia. Nada de discursos, ni sarcasmos, ni sentencias, ni amenazas, solo un CASI respetuoso silencio ante tan admirable adversario, tal vez esperando a ver su último movimiento.

 Después de tantos años de entrenamiento, nada, nada puede prepararte para esto. Es cierto, es una probabilidad, pero nunca lo asumes: El fracaso. Es en este momento cuando el guerrero ve su vida pasar frente a sus ojos, ahora tan solo recuerdos. Y al verse tan desarmado, ahora, una escalofriante duda se estanca en su mente.

 -“¿Realmente debo sacrificar mi vida por un mundo que nunca me lo va a agradecer? ¿Vale la pena semejante sacrificio a costa de mi vida?”

 Puede parecer un momento de debilidad, pero es un momento razonable. Toda tu vida te entrenaron para defender valores, te prepararon para kombatir por un bien mayor, mientras, a tu pasan tus enemigos beneficiados y enriquecidos por sus engaños y unos cuantos más desperdiciando sus vidas sumidos en los vicios..

-“¿Es necesario salvarlos? ¿Realmente valdrá la pena, si sé que nunca cambiarán?”

 Su mentor, el poderoso dios del trueno, por alguna razón creyó que este guerrero era el indicado… ¡Ja!, “poderoso”, tan poderoso que necesita de alguien más cumpla la tarea de proteger un mundo que EL debe defender. ¡Tan poderoso que aún ahora no puede intervenir y salvar a su elegido! Mudo testigo, de rostro inexpresivo, contempla la caída de aquel que debía salvar nuestro reino. Le ofreció inmortalidad, ¿pero a que precio? Toda una vida preparándote para el gran torneo, pero nunca para enfrentar el final de tus días.

 Han pasado largos años de aquel terrible día y yo, yo no olvido, Todavía duele recordarlo. Duele cuando te imaginas ese momento en que ese detestable hechicero le ordena a su bestia de cuatro brazos aplastarlo hasta que no le quede hueso entero o músculo sano. “¡TERMINALO!”, le ordenaba a su sicario, para finalmente poseer su alma como trofeo de batalla, mientras que un desolado dios del trueno baja su mirada, abatido por el cruel final de su prodigio.

 No es justo. Igual que él, seguimos su ejemplo, pero mis cuestionamientos no me dejan tranquilo. No importa todo lo que nos esforzamos, siempre habrá un mal mayor, más poderoso, dispuesto a atacarnos. Primero, el hechicero, ahora este emperador. Nunca sabremos que viene después. Supongo que eso no tiene importancia. Sólo sé que la muerte de mi antepasado no será en vano. Liu Kang ya se la cobró al hechicero, pero alguien más poderoso ha venido a desafiarnos.

 Ahora estoy en esta arena de batalla, en un extraño reino que llaman Outworld. No sé si triunfaremos, solo estoy consciente que por lo creas que valga la pena vivir, vale la pena pelear. Este shokan, este... Kintaro, va a caer, así como también Shao Kahn. Y todos los demás. Den un último vistazo al rededor mientras están vivos. ¡CORRAN!, no importa si se econden en las profundades del Netherealm, nunca estarán lo suficientemente lejos... DE MI. Seré el verdugo y ellos temblarán ante mi nombre...

(El guerrero se eleva en un salto imponente sobre la cabeza de Kintaro, para caer pesadamente con el puño firme en un ataque final).

-¡Yo soy... KUNG LAO!


Así termina el primer capítulo de BattleMode... por lo menos hasta que pueda conectarme de nuevo. Desde ya agradecido de aquellos que lean este relato. Cuidénse y nos vemos.

Kanalla...

lunes, 5 de septiembre de 2011

Primer intento de XRAY

Y bien, aún cuando ya mostré una previa a algunos conocidos, haré la presentación oficial de mi XRAY versión cero. Como siempre el tiempo, la falta de conexión y, dicho sea de paso, la desmotivación profunda no me ha permitido seguir con este proyecto, pero supongo que son temas que debo tomar con calma. Aún así, si es que hay alguien que se dé el trabajo de seguir este Blog, próximamente comenzaré a subir fics (MK BattleMode y Rebelión), solo porque tengo la mala costumbre de vivir de recuerdos, y de paso, para el que quiera leer. Mientras, la primera animación con XRAY: